El servicio de fumigación y/o desinsectación es una Técnica de saneamiento mediante el uso de insecticidas que ayuda a controlar todo tipo de plagas y microorganismos nocivos para los seres humanos.
Técnicas o Métodos de Fumigación o Desinsectación
Existe una gran variedad de métodos de Fumigación o Desinsectación, dependiendo de las zonas a tratar, distinguiendo entre pequeña o gran escala, dificultad de acceso, presentación de los productos, características de las plagas a tratar, especies rastreras o voladoras, etc. Las técnicas más comunes de desinsectación ambiental química tienen por objeto el posibilitar que el plaguicida llegue al máximo de lugares, procurando la máxima eficacia.
1. Fumigación por Pincelación
Permite tratar zonas muy localizadas por donde pasa habitualmente el insecto reptante en lugares comprometidos, donde hay alimentos u objetos susceptibles de ser contaminados, como cocinas, bares… El producto es una laca insecticida que se aplica con brocha, pincelando así las superficies de tránsito o refugio de los insectos.
2. Fumigación por Espolvoreo
Técnica de Fumigación o Desinsectación que se suele utilizar en zonas donde no es recomendable dispersar productos líquidos (cableado eléctrico, salas de máquinas, etc.), debido a que la humedad suele ser perjudicial o es difícil el acceso (grietas, revestimientos, paneles). La aplicación no es dirigida pero tiene la ventaja de una mayor persistencia.
Los plaguicidas utilizados se presentan en forma de polvo y la muerte de los insectos acaece por contacto o ingestión.
3. Fumigación por Pulverización
Es una de las técnicas más utilizadas. Los productos se presentan en forma de líquidos, normalmente de base oleosa y acuosa, líquidos emulsionables, polvos mojables o solubles.
Se utilizan equipos de presión constante, bien manuales o automáticos (portátiles, montados en vehículos), que tienen la ventaja de que la aplicación es dirigida y así es posible regular el grosor de la gota, cuyo diámetro variará de 100 – 250 micras (pulverizaciones finas) a las 400 en adelante (pulverización gruesa). Las partículas impelidas permanecerán flotando en el ambiente durante un tiempo prolongado, depositándose paulatinamente en la superficie tratada.
Esta técnica es de manejo sencillo, una vez elegido el producto y la dosificación adecuada, para el control de la plaga diagnosticada: suele variar en función de la absorción de la superficie tratada de 20 – 50 ml/m2 para las zonas poco porosas hasta 100 ml/m2 para las muy porosas.
4. Fumigación por Nebulización
El método de Fumigación desinsectación mediante técnicas de nebulización permite conseguir tamaños de gota entre 50 – 100 micras; así el insecticida permanecerá más tiempo flotando en el aire, y al depositarse cubrirá una superficie mayor, aumentando de esta forma su poder de penetración. El tratamiento puede realizarse con volúmenes diferentes de caldo según diferentes métodos de aplicación:
Método de aplicación de alto volumen (HV)
Aplicación de bajo volumen (LV)
Aplicación de ultrabajo volumen (ULV)
La Nebulización se divide en dos técnicas diferentes:
Nebulización en frio. Se utilizan aparatos mecánicos o eléctricos capaces de generar gotas de un grosor entre 50 – 100 micras.
Forman una niebla húmeda que, con el tiempo, se va decantando sobre las superficies tratadas. No es una aplicación dirigida, pero tiene la ventaja de penetrar por zonas a las que no se llegaría con la pulverización.
Termonebulización en frío. La característica fundamental es el grosor de la gota, que es menor de 50 micras. Se forma una niebla densa que penetra por todos los orificios de la zona tratada. Se utilizan aparatos mecánicos y eléctricos, y es un buen método de apoyo junto a la pulverización y nebulización en frío.
5. Fumigación por Cebos
Los cebos se utilizan para atraer y eliminar insectos al impregnar alimentos ya sean sólidos o líquidos, de fácil consumo por las especies nocivas con insecticidas.